BIBLIOTECA HOMERO. CUARTA PRUEBA DEL CONCURSO "LAS SINSOMBRERO"

CARMEN CONDE. El amor desencadenó su tímida vocación literaria. 

La Real Academia Española se funda en Madrid en 1713 y no será hasta doscientos sesenta y cinco años después, cuando por primera vez una mujer ocupe uno de sus asientos, nos referimos a Carmen Conde y correrá el año 1978; desde entonces han ingresado setenta y ocho académicos más, de ellos, sólo diez son mujeres. 

Carmen Conde Abellán fue guardando en su vida cada carta, cada escrito, cada fotografía o publicación; por ello conocemos ampliamente su vida, con este gesto demuestra que era consciente de que su generación iba a hacer historia. 

Nació en Cartagena (Murcia) en 1907, sabemos que disfruta de una infancia feliz en Melilla y que es una devoradora de libros. Hay una curiosa anécdota relacionada con este aspecto: cuando era niña leía e inventaba cuentos continuamente y esto mermaba su salud porque apenas salía a tomar el aire fresco, por ello el médico recomendó retirarla del colegio unos meses para evitar que enfermase. 

Sus primeros versos de adolescente surgieron de un acontecimiento triste: la muerte de su novio. Por aquella época Carmen tenía solo 15 años, no dejará ya nunca más de escribir.  

Después publicará escritos variados en la prensa: artículos de opinión, crítica literaria, versos y prosa propios… Carmen Conde empieza así a entrar en el mundo literario y es admirada su escritura, esto no es bien visto por su novio que siente celos por esa libertad artística de la autora, es entonces cuando la empieza a  presionar para casarse.   

Una vez unidos en matrimonio los dos crean la Universidad Popular de Cartagena, allí aplica Carmen sus ideales pedagógicos acercando la cultura a la clase trabajadora.  

Cuando llega la guerra su marido se enrola en el ejército republicano, ella sigue con su labor de maestra dando clases a adultas analfabetas. Al final del conflicto bélico no se exilian, son perseguidos por España y se esconden algún tiempo en casa de amigos (Carmen permanecerá un año entero encerrada en una habitación leyendo y escribiendo). 

En 1943 recibe una notificación del Juzgado Militar, se encuentra en busca y captura, finalmente se presenta allí y no será encarcelada gracias a las declaraciones de unos amigos.  Después de esta etapa, nuestra “sinsombrero” publica muchas y variadas obras: “Pasión del verbo”, “Ansia de la gracia”, “Honda memoria de mí”, “Sea la luz” “Mi fin en el viento”, “Mujer sin Edén” … 

A pesar del continuo tesón y esfuerzo intelectual, el matrimonio sigue señalado por el régimen franquista y excluido de los entornos intelectuales.  

Será una visita del matrimonio Conde-Oliver a Francisca Sánchez del Pozo (gran amor de Rubén Darío) la que dará un empujón hacia el reconocimiento social. La pareja del poeta nicaragüense  les confía el legado de este para que lo difundan, ellos deciden donar el archivo al Estado. A partir de aquí Carmen y su marido pasan del aislamiento intelectual a la primera línea del ámbito cultural español. Se reeditan las obras de Conde, no cesan los homenajes, se multiplican las conferencias, se traduce su obra a otros idiomas y ella viaja a Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Estados Unidos, Argentina y México (aquí se encuentra con sus amigas). 

Poco antes de morir dispuso en su testamento que tanto su obra como la de su marido fuesen legadas al Ayuntamiento de Cartagena, incluyendo los derechos de explotación y propiedad intelectual, su archivo y su biblioteca, compuesta por casi 10.000 volúmenes, así como más de 25.000 cartas escritas a lo largo de casi todo el siglo XX por  personalidades relevantes del mundo de la cultura.

 Esta intelectual que luchó siempre por el reconocimiento de la mujer en las artes literarias muere en Madrid en 1996.  

Terminamos con unos versos suyos:

 

He venido a quererte, a que me digas

tus palabras de mar y de palmeras;

tus molinos de lienzo que salobres

me refrescan la sed de tanto tiempo.

Me abandono en tu mar, me dejo tuya...

 CONCURSO 

Acertantes de la tercera prueba: Mateo Cano Menéndez (4º B), Iván Fernández del Valle (4ºB). 

 CUARTA  PRUEBA : Averigua el nombre de la tercera “Sinsombrero” y relaciona cada pista con ella. 

1- “Aún tengo la ilusión de que mi memoria del recuerdo no se extinga, y por eso escribo en letras grandes y esperanzadoras: continuará”.  

2- El Mono Azul 

3- “Esta mañana, amor, tenemos veinte años” 

Envía tu respuesta (nombre y explicación de las pistas) antes de las 12:00 horas del día 17 de febrero a alguno de los siguientes correos: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.