14 DE MARZO: DÍA INTERNACIONAL DE LAS MATEMÁTICAS – BIBLIOTECA “HOMERO”

En noviembre de 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró el 14 de marzo como Día Internacional de las Matemáticas.

Fue el 26 de noviembre de 2019, durante la 40ª reunión de la Conferencia General, cuando la UNESCO proclamó el 14 de marzo como el Día Internacional de las Matemáticas. La primera celebración oficial fue la del 14 de marzo de 2020, pero debido a la pandemia los actos que se habían planeado se realizaron de forma online.

Por otro lado, es posible que este día provoque algo de confusión a muchos, dado que el 14 de marzo ya se celebra desde hace tiempo en muchos países el Día de Pi, porque esa fecha está escrita como 3/14 en algunos países y el número irracional Pi es aproximadamente 3,14 (3,141592…). Sin embargo, la UNESCO decidió proclamar el día dedicado a las matemáticas y unirlo así al día dedicado al número Pi.

Algunas veces la propia naturaleza inspira a los matemáticos en sus definiciones y desarrollos. Pero también sucede de manera opuesta: de repente, por sorpresa se observa en la naturaleza una construcción matemática ideada de manera abstracta en el pensamiento de un investigador. Así sucede por ejemplo, con la Sucesión de Fibonacci, o con las simetrías de las plantas.

La Sucesión de Fibonacci es una sucesión infinita de números naturales en la que cada término es la suma de los dos anteriores:

Definiendo el primer término con valor 0 y el segundo con valor 1 , los restantes términos serían: 1, 2, 3, 5, 8, 13, …

Esta sucesión es también conocida como la secuencia áurea, ya que a los renacentistas les parecía algo divino que albergaba las relaciones (proporciones) de la perfección. Aparece en configuraciones biológicas, como por ejemplo en las ramas de los árboles, en la disposición de las hojas en el tallo y en la flor de la alcachofa.

El número de espirales en numerosas flores y frutos también se ajusta a parejas consecutivas de términos de esta sucesión: los girasoles tienen 55 espirales en un sentido y 89 en el otro, o bien 89 y 144. Las margaritas presentan las semillas en forma de 21 y 34 espirales. Y cualquier variedad de piña presenta siempre un número de espirales que coincide con dos términos de la sucesión de los números de Fibonacci, 8 y 13; ó 5 y 8.

También aparece en el mundo animal. Por ejemplo, los machos de una colmena de abejas tienen un árbol genealógico que cumple con esta sucesión. El hecho es que un zángano (1), el macho de la abeja, no tiene padre, pero sí que tiene una madre (1, 1), dos abuelos, que son los padres de la reina (1, 1, 2), tres bisabuelos, ya que el padre de la reina no tiene padre (1, 1, 2, 3), cinco tatarabuelos (1, 1, 2, 3, 5) y así sucesivamente, cumpliendo con la sucesión de Fibonacci.

En la naturaleza también aparecen los fractales.

Un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica se repite en diferentes escalas, hasta el infinito. La idea es que, observando el objeto en cualquier escala, vemos básicamente lo mismo.

Un ejemplo es el romanesco, un híbrido de brécol y coliflor (puedes verlo en la imagen situada en la parte superior derecha de nuestro artículo).

Lo primero que destaca al observar la romanesco es su color verde lima y su extraña forma. Es angulosa, picuda y extraña. Cada pico, a su vez, está formado por otros muchos picos que se disponen en un patrón aparentemente irregular. Aunque si nos fijamos con detenimiento, veremos que no es así. Además, a simple vista, podemos llegar hasta el tercer nivel de picos, esto es, cada uno de los pequeños picos que componen cada uno de los más grandes también está formado de picos. Si tenemos una vista prodigiosa, o una lupa, podemos seguir mirando y descubriremos que esto se repite hasta su estructura molecular. Si la col siguiera creciendo hasta el infinito, seguramente siempre seguiría el mismo patrón.

También vemos esta estructura fractal en: helechos, copos de nieve, estructuras del cuerpo humano como la estructura de ramificación de nuestros pulmones, etc.

Otro ejemplo de presencia de las matemáticas en la naturaleza es el Número Áureo.

El Número Áureo o de oro se representa por la letra griega φ (fi) y es el número irracional: 1,61803... (es el cociente entre: uno más la raíz cuadrada de cinco y dos).

De forma simple, la Proporción Áurea (o Divina Proporción) establece que lo pequeño es a lo grande como lo grande es al todo.

Podemos encontrar múltiples ejemplos de esta proporción en:

Leonardo Da Vinci realiza una visión del hombre como centro del universo al quedar inscrito en un círculo y un cuadrado (Hombre de Vitruvio). La relación entre el lado del cuadrado y el radio del círculo es la razón áurea.

Como veis en nuestro artículo de hoy, las matemáticas nos rodean y están presentes en muchísimos aspectos de nuestra vida diaria; solo hay que “mirar las cosas más a fondo” para darnos cuenta.

Nos vemos el próximo jueves.